Camine lo más que pueda. Caminar ayuda a quemar calorías y es un excelente ejercicio cardiovascular. Tiene bajo impacto, no ejerce mucha presión sobre las rodillas, y además se puede hacer en variados momentos y lugares. Es ideal cuando falta tiempo para hacer ejercicio.
Propóngase subir por la escalera en lugar de usar el ascensor, y estacionar el auto lejos de la puerta. Si puede hacer 3 caminatas de 10 minutos todos los días habrá completado 30 minutos de ejercicio, que no es poco decir. Ver otras opciones.
Para incentivarse, busque el lado bueno: se librará de sacar el auto, buscar y pagar estacionamiento, o esperar el colectivo...
Si el clima acompaña, ¡perfecto!. Y si el tiempo está frío, no se acobarde: manténgase firme en su propósito. El frío se combate con buen abrigo y, justamente, ¡con movimiento!.
La idea de que seguir una dieta es sólo eliminar la cantidad de comida y esperar que los kilos desaparezcan ya quedó obsoleta. Una manera más efectiva de ayudarse a adelgazar es añadir más comida a su dieta.
Por cada alfajor o hamburguesa que elimine de su alimentación debe agregar una opción alimenticia baja en grasa y calorías. Decida dejar las papas fritas sólo para alguna ocasión especial e incluya otros refrigerios saludables en su dieta. Los pepinos, zanahorias y pimientos funcionan bien con alguna rica salsa light y tienen menos calorías.
Cuando decida bajar el azúcar verá que el sabor dulce no está sólo en el dulce de leche o el helado. También existen cerezas, frutillas, melones y opciones light de muchos postres. Deje de privarse y haga reemplazos inteligentes con posibilidades más saludables, igualmente ricas.
Después de buscar tanto la solución mágica, resulta que con sólo abrir una canilla tenemos un gran aliado para adelgazar. Beber un vaso de agua, gaseosa light o una taza de caldo light antes de las comidas permite sentirse más saciado y así poder consumir porciones moderadas.
El agua ocupa lugar en su estómago con cero calorías. Por eso, si elije alimentos con gran contenido de líquido -como frutas, hortalizas, leche, sopas, guisos o ensaladas- estará incorporando un volumen mayor. Resultado: más saciedad con menos calorías.
El líquido también ayuda a mantenerse hidratado durante el ejercicio, lo cual permite moverse durante más tiempo. Ayuda a que los músculos trabajen adecuadamente y reduce las posibilidades de sufrir calambres.
4. Modere el tamaño de las porciones.
De nada vale ser un especialista en calorías y cargar su changuito en las góndolas light si el agujero negro es la cantidad. El tamaño sí hace la diferencia. No se trata de comer como un pajarito, sino de medirse para no caer en el exceso.
Muchas veces lo visual es la clave. Llene su plato pero use platos de tamaño más pequeño. Comparta el postre; pida medias porciones en los restaurantes; sírvase un trozo pequeño de carne y complete el plato con mucha ensalada.
Para lograrlo más fácilmente ayúdese con las colaciones, que serán el peldaño que le permitirá tener menos apetito a la hora de las comidas principales.
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